con la piel enjuta,
surcos de sabiduría
atraviesan como un río
su rostro haciéndolo navegable,
un recodo sinuoso de vida,
huella de la lucha,
de la dignidad invencible
e inacabada.
con la piel enjuta,
surcos de sabiduría
atraviesan como un río
su rostro haciéndolo navegable,
un recodo sinuoso de vida,
huella de la lucha,
de la dignidad invencible
e inacabada.
riachuelos sonoros,
amanecer callado,
azucenas por las laderas
del monte. No todo es orégano.
Maleza, amenaza,
luna afilada,
cumbre seca,
desierto que avanza.
Trigo, mosto y aceite
que no falten
para alegrar el semblante
de los que en su empeño no cejan.
que le quieras
a Jesús.Y que mi palabra, mirada
y abrazo sean suyos, de su corazón
manso y humilde.
Quiero que tú le quieras a El, solo a El
y con El te quieras y extiendas todo tu
amor por los que no le quieren o le
ignoran y no saben cuan grande es
su Amor por ti, por mi y por todos.
Quiero que quieras a Jesús
y no sepas vivir sin su Amor.