LO ANTIGUO

y lo nuevo,
haz y envés,
un rostro perfumado
sin andar cabizbajo,
mano y pies,
sabiduría,
sensatez.
Un plato sabroso,
una mesa repleta,
música que amansa,
árbol de aromas
a la vera  del río,
divino humano entresijo.

SE PARECE

el Reino
a una semilla,
un grano diminuto,
árbol frondoso,
cobijo, frescura,
alivio;
olor a pan saciante,
horno de trigo,
mesa  al aire libre,
amplia y extensa,
donde todo el mundo
tiene silla.

BEBER EL CÁLIZ

sorber silencio,
trago, cuchillo,
a un tiro de piedra,
olivos,
estremecimiento,
brisa que atraviesa
la firme decisión,
cruz, camino estrecho,
servicio inentendible,
ser esclavo,
último.

LÁGRIMAS

en lo  oscuro,
rayaba el alba
del primer día de la semana.
Ansia, búsqueda
del cuerpo yacente
de Jesús muerto
ausente del sepulcro,
jardinero de azucenas,
escondido en el silencio,
en el amanecer de la vida
perfumada de palabra
y deseos que trascienden
la herida y el duelo.

PASTOREA

señala,
indica los pastos nuevos
donde el sonido de la fuente
precisa el  alma callada
del pastor de azucenas,
abrazo que libera,
mirada, amanecer,
palabra, silencio,
latido de océano
en la noche resplandeciente.

INTELIGENCIA FATUA

trazo embebido,
empalagoso sorbo,
creerse sabio,
autobombo,
incienso,
camello, aguja,
cosechas de trigo,
la lechera,
ojos altaneros,
grandeza,
un yo de aquí te espero.

LA LLUVIA

temprana y tardía,
la nieve del cielo,
empapan la tierra,
aumenta el caudal
de arroyos y ríos,
germinan los páramos,
florecen campos de trigo,
abunda el pan,
desaparece el  hambre y  el luto
y se llenan de sonrisas
las bocas de los niños
al ir a la escuela
sin mascarillas.

LA ESPESURA

 de la foresta devoró  más vidas  que la espada. Su filo cortante, doble en algunos casos,  quedó en calderilla en comparación con la punzante  mortalidad   a causa de los poblados bosques de encinas. Ay valiente Absalom colgado te quedaste de tu cabellera e indefenso expuesto a la maldad de los secuaces de David, tu padre. Las lágrimas de David  desgarran y empapan la Biblia de un dolor indecible, anticipo de la cruz donde quedó suspendido, entre el cielo y la tierra, el rey pacífico en su empeño de reunir a los hijos dispersos.