ESCRIBO

 trazo ansias,
vuelo, desahogo, esbozo
en un nido de papel,
latido divino,
liviano paso imperceptible
al oído,
fragor de la brisa,
huella, tatuaje,
relámpago que atraviesa
la noche,
sed  de luna llena
reflejada en el agua.

VIVIR CON MAYOR PLENITUD

es un adentrarse en lo sencillo y cotidiano, valorar  aquello que nos identifica a todos más allá de credos, religiones, pensamientos, tendencias, militancias. El despertar y el dormir, el reír y el llorar, la amabilidad y el enfado, el caminar, el comer y beber, el perdón y la paz, el respeto a la vida y al morir, el respirar, el silencio, el trabajo, el afán de vivir, el cultivar, la comunicación.  El corazón. Vivir es plenitud.  Vivir con mayor plenitud  requiere de cada uno la capacidad de reconocerse pobre y estar contento ante tan gran descubrimiento.

CONOCER TU NOMBRE

ese  tenue soplo 

que dejas a tu paso;

el rastro de tu voz,

deseo de aspirar 

en el silencio vespertino 

ese toque de vida 

que eriza el trigo 

 por la falta de agua en su espiga .

Infinita ansia,

confluencia de miradas

que se entrecruzan 

buscando la frescura,

ese callarse para ver 

sin formular preguntas.

YO VOY A TI

en un éxodo  incesante.

De ti provengo Padre,
un emigrante, un foráneo, un desplazado

en este mundo; No estoy lejos 

y te alcanzo  en cada palabra que pronunció.
Salí y estoy volviendo,
soy camino,
pasadizo  de vida,
corriente inagotable,
nube de sal,

escalera,

surtidor, fuente

un servidor que se inclina

y   a  mis discípulos lavo,
enjugo la noche
y  bebo sus lágrimas.

LO RECIBIDO

 es lo que hace posible que seamos y tengamos capacidad de entregar.  Hemos sido dados  y en la medida que lo recibimos así también lo damos a menos que lo retengamos y escondamos pensando que así será nuestro. Sabiendo recibir y compartiéndolo  probamos que nada tenemos como propio y eso no va en desdoro de uno sino que nos relativiza  y relaja. 

HA SIDO TOMADO

tenía un límite
como el mar; hasta aquí llegó.
Estuvo entre nosotros,
ahora  en el cielo
comunica aliento
se involucra 
con los sufridos.
Llevado  al cielo
 queda un vacío,
el hueco de su luz en el sepulcro
junto con sus lienzos,
el camino de peregrino,
el pan y el vino
la admiración de los ojos
la bendición de sus manos
la nube que desarbola
el ansia de la presencia 
la bendición en silencio
que abarca el último confín
de la tierra.

PIDO

la alegría,
esa  danza cotidiana
que Dios baila
con ritmo y gracia,
pan y vino, fiesta.
No tengo la puerta cerrada.
La pido, la requiero, la necesito
y con el corazón  abierto
ya la recibo
mientras la espero.
Y en cada rostro veo huellas
de su paso de puntillas
por los entresijos del alma.

TRISTEZA

porque te vas
aunque sea un poco.
Sin ti el azul del mar, granito gris
la brisa,un huracán,
la tierra, arena movediza,
la palabra,  eco,
la risa, mueca,
el suspiro, balbuceo,
un callado dolor
escondido en los huesos.

LO MÍO

no es exclusivo;
lo he recibido
y si lo tomas
se vuelve
cavidad  de vida,
lana, aceite, vino;
y los afluentes
que se encuentran 
hacen del yermo
un campo fértil
y las semillas germinan
a la vera de ese río.

DESDE EL PRINCIPIO

estás conmigo,
me sostenías
aún sin saberlo;
hálito de vida,
fragor de luz,
brisa, fragancia,
tenue presencia
que aligera mi cansancio,
la somnolencia triste que deshaces
con tu primigenia palabra
entrecortada de silencio
y me recrea cada mañana
cuando el sol oculto
no alumbra ni destella.

LA PALABRA DE LA VIDA

es luz, un sonido que se huele , un perfume que se palpa, un camino que se gusta, una presencia que se escucha, un reconocimiento  de  lo bello, el agradecimiento como expresión sincera del don inmerecido. La vida se hace visible en lo pequeño, en lo que pasa desapercibido por normal o natural y nos es imprescindible abrir el corazón para respirar ese aire que nos envuelve y alienta  de forma firme y silente.

COMUNICARSE

es  dejar que el silencio  pueda anidar en nuestras vidas y cobijarse. El silencio no es un vacío, un ángel que pasa, ni una incomodidad sino un ámbito necesario para que resuene la vida y la palabra ; y así el diálogo sirva efectivamente al encuentro de personas. No se trata simplemente de intercambiar informaciones, conocimientos sino de algo único y cotidiano, el desvelarse, el darse, el que cada uno en lo que es se descubra a otro y se produzca esa corriente mutua que fluye perenne e inagotable incluso en época de sequía.

SEMEJABLES A MARÍA

indica más silencio que no sumisión, más sombra, más luna, más vida escondida y serena, más desierto entendido como jardín secreto, menos apariencia y bullicio. La vida no es un pre o un post, es un ahora, el instante que es y sigue sucediéndose y se sostiene con mirada y palabra que nace del corazón  como respuesta a lo indecible y como propuesta de un camino en ofrecimiento y servicio.

LA FE DEL CORAZÓN

es la firmeza de saber que la palabra está cerca como un don, como la visibilidad sonora y palpable  de la vida nueva que se abre camino en el encuentro con aquel que está en el origen de la vida y promueve la comunicación, la tolerancia y respeto. Se nos comunica la vida y solo desde el corazón es posible la fe como búsqueda incesante de alguien que vislumbramos como  una experiencia única reflejada  en un anuncio insospechado y original  que solo desde el corazón puede ser acogido y creído.

A DONDE YO VOY

no hay enigmas.
yo soy la huella,
la sombra que se refleja
en la áspera  madera,
la mano agujereada,
la puerta abierta,
el acceso a mi herido pecho.
Yo soy el manantial
de tu luz y tu noche,
la estrella matinal,
el crepúsculo  del sueño
donde brota la palabra
y el fecundo silencio.

ERA AGUA

-qué valiosa-
y sabía a vino,
el de más solera,
un gran reserva
de antes de la fundación del mundo,
brebaje divino
que transformó
el duelo en danza,
en fiesta lo desabrido.

UN SIERVO

no es más que su señor,  pero eso no indica menos dignidad  o valor. Se trata de saber el lugar que uno ocupa y de un saber práctico para no llevarse un engaño o desengaño pensando que nosotros somos la luz cuando simplemente somos una lámpara que  se consume lentamente en el decurso del tiempo. Qué hermoso desgaste aunque o por ser inadvertido. Que alegría saber y actuar según lo que es uno y no apropiarse de lo que a uno le excede. Bendita nadería!!!

SABER DECIR

Uno que no es un buen orador ni comunicador,  que es consciente que necesita aprender mucho y se admira de la capacidad de comunicación de otros, de su facilidad para transmitir conocimientos o sentimientos sin necesidad de circunloquios como uno los precisa porque es mucho lo que necesita expresar y se ve pobre para transmitir tanto y  se da cuenta que los afluentes y ríos de  su vida  son caudalosos y que  su navegación se hace difícil y bella.  Según todo esto, quiero hacer hincapié   en la importancia del saber decir para animar al desalentado, para aminorar al espabilado, para expresar aquello que fortalece al débil, para aunar sin dejar a nadie atrás, para que el mundo de la política, de la economía, de la cultura, sea  constructivo aunque suene a irenismo. Pero hace falta que el lenguaje se emplee para desvelarse , para que las personas estén por encima de los personajes y seamos capaces de explicar  y decir lo que consideramos como ineludible  sin desechar ni descartar   a nadie del país de la vida.

SUSPENSIÓN DE LA VIDA?

Lo que en principio puede parecer lógico y razonable a causa del sars-cov2, todo lo que se refiere a eventos, deportes y hasta celebraciones religiosas por su componente,no  externo,  sino su  propia realización , queda en entredicho porque  parece que  todo se hace depender  de  declaraciones de los que se erigen  en autoridad competente sobre que celebraciones litúrgicas quedan suspendidas o son posibles. La Pascua de este año no se suspendió. Nada se suspendió porque es la celebración de la Vida y esta, aunque sea entre lágrimas, no es prorrogable. Más aún la celebración engloba todo lo humano en cuanto asumido por Aquel que se hizo debilidad, lágrima, soledad, brizna de luz y gozo. No se puede suspender la Solemnidad de Corpus Christi, por ejemplo, porque se trata de la celebración de la entrega de Jesucristo a nosotros y esta se celebra cotidianamente y en el día específico litúrgico de reconocimiento, memorial de su presencia sacramental en medio de nosotros,  no es posible ponerla en paréntesis  aguardando condiciones mejores. Lo que se evidencia, con esta situación es que es lo importante  y central y aquello que siendo valioso, digno de elogio  por el sacrificio y dedicación se une a lo central,  a lo que se ofrece en el altar y que se transforma  en amor redentor lleno de belleza , perfume y fiesta; y si sale  afuera a la calle es  porque no puede sino mostrarse aunque el mismo hecho celebrativo  es un salir. Lo maravilloso es que  en el  origen y centro está  el Misterio mismo de amor en el que todos estamos inmersos  y el que haya más autoridades institucionales, bandas de música , gaiteros,  sonido de órgano, campanas, o alfombras florales o  todo sea más sencillo y humilde no es lo que hace solemne una celebración o revela carencias porque lo  grandioso es que rememoramos  al  Trigo de amor formado de  sangre y viento al que  adoramos con humildad de pueblo.

YO SOY LA PUERTA

la vida, la abertura
del gozo sin medida,
la rendija de esperanza,
la senda estrecha,
la sombra del árbol
frente a  la inclemencia del mediodía;
la brisa vespertina
que aligera el cansancio,
el vaso de agua fresca
en el vasto desierto,
el pan cotidiano,
el río desbordado en el yermo,
el sabroso alimento
para el sinsabor del pasado.

SIN ALHARACAS

ni aspavientos, como tantos hoy que con su trabajo o en su doloroso paro viven en la sencillez el día a día o soportan callada pero no resignadamente la insostenible falta de empleo. También José pasó su vida trabajando y no gritó de palabra sino que soñó dignidad y mucho respeto y paz; trabajó en su mesa de ebanista y en su mantel de obrero hay pan recién horneado y vino de reserva para todos los que con sus manos, pies, mente y alma se entregan en la noble tarea de construir este suspiro del vivir.