es la firmeza de saber que la palabra está cerca como un don, como la visibilidad sonora y palpable de la vida nueva que se abre camino en el encuentro con aquel que está en el origen de la vida y promueve la comunicación, la tolerancia y respeto. Se nos comunica la vida y solo desde el corazón es posible la fe como búsqueda incesante de alguien que vislumbramos como una experiencia única reflejada en un anuncio insospechado y original que solo desde el corazón puede ser acogido y creído.
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