tenía un límite
como el mar; hasta aquí llegó.
Estuvo entre nosotros,
ahora en el cielo
comunica aliento
se involucra
con los sufridos.
Llevado al cielo
queda un vacío,
el hueco de su luz en el sepulcro
junto con sus lienzos,
el camino de peregrino,
el pan y el vino
la admiración de los ojos
la bendición de sus manos
la nube que desarbola
el ansia de la presencia
la bendición en silencio
que abarca el último confín
de la tierra.
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