Heme aquí, ante Tí, Dios del cielo y de la tierra, Todopoderoso. Mira la humildad de tu esclava y no permitas que me puedan los pensamientos de mi indignidad,porque por tu voluntad lo que no existía fue creado y me has hecho para Tí y solamente siendo tuya seré realmente aquello para lo que Tú me has pensado y amado.