PALPITACIONES

jueves, 21 de julio de 2022

JOSÉ DIEGUEZ REBOREDO

un niño grande sin ser niñato,

con perfume de  familia,

directo y al grano, 

humano y desconcertante,

administrador de las mimbres 

del Señor,  desinhibido y callado.

Obispo del Miño,

rápidos y meandros, 

infatigable gallego, atento,

al servicio de los primeros 

y  de los rezagados. Corredor de fondo,

cortante, disciplinado, sufridor 

de los vientos contrarios.

Una hormiga de Dios, sin verano,

servidor abnegado, un cantor

 emocionado y con sentimiento vibrante 

del Maestro y  su Madre.









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