de la vida para la inmensa mayoría de los que habitamos este planeta Tierra. Son tantos los que sobreviven con un poco de comida y un mucho de cruz y alegría... Son tantos los que malviven sin las posibilidades de las que otros disfrutan como si fuesen estos bendecidos y aquellos maldecidos... Son tantos para los que la vida es supervivencia sin islas de pruebas con dinero bajo el brazo... Cuantas son las puertas estrechas por las que cruzan a diario una incontable multitud de personas que son igual de personas que las que se deleitan en camas de marfil y espléndidos banquetes, aunque nunca se sabe por lo que estas puedan estar pasando realmente. La vida se estrecha y se alarga como procesión inmensa en la que todos tienen derecho a Dios y a lo añadido con y por su existencia.
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