HUMILLADOS POR SU CAUSA

El que pueda suceder eso en nuestra vida, lo de ser humillados por la causa de Jesús, es para alegrarse, para un regocijo que conmueva nuestras entrañas y nos lleve a proclamar la grandeza del Señor porque se ha fijado en la humillación de su esclava. Dicha humillación consiste en  sentirse valorado hasta tal punto por Dios que uno se alegre de haber padecido desconsideraciones por El, el verse sin relevancia social y sin embargo rezumando alegría que proviene de su elección amorosa inmensa, inconmensurable.

PASTOR BELLO

Eres el más bello de los hombres,

de tus labios brotan llamadas,

congregas al que te escucha,

le abres tu pecho 

y no te ocultas sino que muestras

los secretos insondables del Reino

donde la comunión es vida 

y el silbo  un susurro 

incesante de amor

que no conoce el ocaso.

EL PAN DE DIOS

Es de un sabor que solo los pobres saben apreciar, degustar, es el pan de los pobres, se está haciendo cada día, siempre tierno y fresco, nunca es un pan reseso, rejuvenece a los cansados y agobiados.  No engorda el yo, se comparte o no sirve para nada.  Se hace con tres medidas que una mujer amasa en si, en un pueblo que se llama Nazaret.

UN TROZO DE PEZ ASADO

Lo comió como signo de su hambre de comunión con nosotros. Su humanidad no ha desaparecido del Resucitado. No se entendería la resurrección sin su ser hombre, sin su fragilidad, sin la cruz que no queda pospuesta sino incorporada al misterio de la vida plena.

TODO EN SU MANO

Se confía en Él, en el Hijo, el Padre. En ese intercambio de amor y vida es en el que se sostiene el mundo. Su firmeza, la del mundo,  proviene de Aquel en quien se origina todo y hace que lo que existe sea bueno y sirva para alcanzar la meta, nuestro ser uno con Él.

SU PRESENCIA

La de María. Quien entra es el ángel enviado de parte de Dios. El respeto es grande pero no impide la comunicación porque la comunicación es respeto. El ángel entrando en su presencia nos invita a todos a participar de esa experiencia o por lo menos a comprender las reacciones de María  y su respuesta rotunda y simple, aquí me tienes para recorrer los caminos por los que quieres que vaya.

MANOS Y COSTADO

Se los mostró a los suyos que estaban encerrados por miedo a los judíos. Les mostró sus agujeros, las aberturas de su carne atravesada por los clavos y la lanza. Se  reveló a los suyos de forma plena, sin reservarse nada. Les hizo ver el amor,  el que es más fuerte que la muerte.  Y los envió al mundo como el Padre lo había enviado a Él.

MANOS Y PIES

Mirad mis manos  y mis pies, soy yo en persona.  Jesús muestra su yo más profundo, enseñando sus manos y  pies. Su ser tiene que ver con su donación, con su entrega. Somos más en la medida que nos damos a otros y nos sembramos de forma generosa.

HORTELANO DIVINO

Cuidas de la tierra

y la rosa que por ti es vista

la pronuncias de tal manera

que la haces rendirse

 ante tu presencia,

exhalando su perfume

hasta el extremo del orbe.

LÁGRIMAS DE AMOR

• Las que brotan del corazón de María de Magdala ante la ausencia de su Señor, por el desconsuelo que hiere su alma por no verlo, por no encontrar su cuerpo en la cavidad sepulcral, por no saber dónde esta, dónde lo han puesto.  Ella no puede vivir sin Él. Sin mí-  decía Jesús- no podéis hacer nada.

RENACE LA VIDA

La Creación se recrea, ya no hay vuelta atrás, la vida no es cíclica sino un avance continuo. Cada florecimiento no es repetición, pura rutina que vuelve, sino vida que se hace patente y fuerte. Creer en la resurrección de Jesucristo es apostar de lleno por la vida como un ir más allá de la percepción sensorial para entrar en un proyecto de amor y justicia.

CORAZÓN ARDIENTE

El del que se hace camino, y acompañante amigo en nuestra desolación, en esa desilusionante marcha en la tarde.  Tú, Jesús Nazareno,  que caminas y te sientas a la mesa ofreciéndote como pan, como alimento sabroso que nos fortalece y reanima.