templo. Se dispara al cielo
como una aguja imantada
de un Dios que se abaja
para mirar cielo y tierra.
Lámpara encendida
en un candelero bizantino gótico,
una filigrana arquitectónica
de piedras blancas finísimas
donde el sol se posa
cuando el amanecer raya el horizonte
y es inminente el crepúsculo
en este valle hermoso
donde el mar se hace calma
obedeciendo la voz del Maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario