de la mano. Así te ha parecido bien.
Tu gesto me sostuvo y disipó el miedo
que me punzaba en los hombros
y me encogía. Tú te abriste paso
y me agarraste. Rompiste todas las
etiquetas que me impedían volar
en tu busca y ahora en la intemperie
sólo deseas que con tu impulso
vaya hacia adelante olvidando
las cebollas, puerros y ajos de Egipto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario