Mientras hay un lenguaje que forma parte de los intríngulis eclesiales, entiéndase, clérico- laical especializado, y para la plebs santa, de alguna forma, es exótico; para otros ámbitos de la vida: la industria, el marketing, por su efecto encantador en los oídos y la vista del consumidor errante, es toda una ola que se aprovecha en el surfeo comercial. El de "pastor" y derivaciones es uno de ellos. Por eso la Sagrada Escritura sigue siendo, junto con la Tradición, nuestra fuente vital y nuestra mejor baza en un mundo donde Dios no es una figura trasnochada y avejentada sino el verdadero artífice de lo humano, con unas vetas inequívocas de belleza y verdad por descubrir y compartir.
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