Tellechea de Ciga, con sangre navarra,
sobrevuela con su mirada las cordilleras
de las aulas. Iglesia, madre y maestra,
claustro de silencio y precisa palabra
sin gritos ni alharacas. Tez blanca, tenaz,
recta.
Trigo al viento,
luna llena cuando es de noche,
capaz y fuerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario