F. Galiana, hombre y sacerdote
de casa, doméstico de la Santidad,
rodillas de adoración
ante el Carrara blanquecino
del Sagrado Corazón.
"Tibi corda nostra sacravimus."
Entre latines creciste, en altas
cordilleras te humillaste.
Entre legajos te encorvaste,
y adquiriste estatura, sabiduría
y gracia.
Es hora de oír del Señor:
"Bienaventurado."
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