Apropiación indebida que nos excluye de responsabilidad y nos hace aparecer como indoctos, Quien nos justifica es Dios, es El quien nos pone en el camino de la justicia, esto es, en el reconocimiento del designio divino de su salvación. La justificación por la fe es la que proviene del Dios misericordioso que nos levanta de nuestra postración y hace posible una vida renovada y en santidad. La justificación nos descentra de nuestro egoísmo y nos sitúa en el agradecimiento, la autojustificación nos ensorbebece y nos aleja de Dios y de los demás.
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