y cuando tiembla y previamente se produce ese sonido tipo rugido, se tambalea todo y puede traer consecuencias trágicas, muy trágicas. Los terremotos y maremotos forman parte de nuestro planeta. Amós, profeta israelita aunque originario del sur, del siglo VIII a.C., nos da la referencia de un terremoto sucedido en su tiempo. Los terremotos sacuden el tiempo y el espacio y nos deja indefensos, débiles, a merced, sin el dominio y el control de la propia vida. Y cuando ese terretemblo, como dicen los sefardíes, es cerca o relativamente cerca de donde vivimos y mueren tantas personas, y aunque fuese una sola, entonces nos queda el lamento orante y el desconsuelo porque muchos, y aunque fuese uno solo, han muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario