Ayer se entregaba del todo al Señor el P. Mendizábal en su residencia de Alcalá de Henares. Hoy será un grano de trigo en tierra que, sin duda, seguirá dando frutos para la Iglesia y el mundo. Que viva con Cristo y sus santos para siempre. Esta es nuestra esperanza en Dios, que pueda gozar de la dulzura del Señor en compañía de tantos discípulos de Cristo por años sin término. Y que su intercesión sirva a tantos que le han conocido, tratado y experimentado a Dios, a través de su cercanía, bondad y misericordia, para seguir viviendo de la contemplación del corazón Cristo y así amar y servir más y mejor a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario