Quien me diera alas de paloma, emigraría lejos... La mayoría de los caminos pasan por el desierto o comienzan en él. Solo así es posible iniciarse en la vivencia de la estrecha senda, la de la libertad, austeridad, pobreza, despojamiento... Un desplazamiento que no viene impuesto sino decidido desde un yo que se goza en no ser tenido en cuenta.
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