En el corazón; fuera el caparazón, la copa brillante, pero donde se juega todo es dentro, en lo secreto, donde nadie puede ver ni juzgar. La visibilidad es necesaria antropológicamente, los gestos y palabras son imprescindibles pero lo que les garantiza su veracidad es lo que fluye por dentro, en el corazón humano. Limpiad lo de dentro es lo valioso. Lo que se exterioriza es de gran valor y lo podemos considerar como consecuencia de lo que uno piensa y siente. Entremos en el cuarto,en nuestro cuarto y allí en lo secreto,El Dios de lo secreto te visitará.
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