Cuidador de azucenas,
madre que vela inquietudes,
atenta en la noche y en el dia,
maestra, pan recién horneado,
silbido de amor, corazón palpitando
por cada ausencia, en la distancia.
Cuánto reverbera su rostro
lágrimas en silencio,
palabras de ternura,
dulce mirada,
reprensión de amor
nunca desabrida.
Pastor bueno
guía nuestros pasos
a los verdes pastos.
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