Jesús,
coronado de gloria y honor
con espinas, cruz que descuadra
lo divino y lo humano.
Carne lacerada,
sinsabor, vinagre,
atormentada.
Tiene por alas
Sus manos tensadas
en un madero pesado.
Y ahora sentado en la altura,
libre, vencido el pecado,
auxilia, extiende sus manos,
socorre la estrechez humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario