es el primero sino que el Último es el primero y uno reconoce que lo mejor está por llegar y que el que peripatea por el mar es el que viene a nuestro encuentro lleno de sal y viento para perfumar el cansancio y la noche de nuestra travesía. A El los aplausos, las flores, los himnos nacionales e internacionales, las campanas al vuelo, las gaitas y zanfonas, la música callada, el rumor de ángeles, las pisadas traviesas de los niños, y las miradas incrédulas de los que no sabemos ver en lo ínfimo la grandeza de lo divino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario