La importancia del agua en la Iglesia, como la del pan y vino, la del aceite, viene dada por lo que representan para la vida humana pero sobre todo por la oración, bendición que sobre estos elementos se produce y por el contexto en que se realizan. A veces se puede exagerar la importancia del agua o no darle importancia, basándose en consideraciones de tipo pseudoreligioso. Sin embargo su significación religiosa la adquiere por la bendición, oración bajo la cual consideramos el aceite, el pan y el vino, el agua, al invocar el Espíritu y confiar en la acción de Dios que realizará aquello que suplicamos. Es un acto de fe porque con ello manifestamos que el poder de Dios supera nuestras posibilidades y aceptamos que aquello en lo que nosotros pedimos que Dios actúe, El llevará a cabo su promesa.
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