PALPITACIONES

lunes, 5 de diciembre de 2016

EL SOPLO DE SUS LABIOS

Es un silbido divino que brota del Justo por excelencia, el que hace posible la justicia efectiva para todos. Porque un Dios impasible no pasa el corte; un Dios compasivo, compadeciente, es el que verdaderamente no se desentiende de los que son arrojados a las cunetas del mundo y extiende su misericordia y justicia hacia ellos. El soplo de sus labios es signo de su desagrado con la maldad. Para ello el Resto fiel a la Palabra de Dios es parábola de su rechazo a todo lo que conlleva daño, injusticia, estrago. Una misión muy complicada y arriesgada para su Pueblo Santo porque necesita del verdadero conocimiento del Señor para no sustraerse a lo que combate.

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