Jesús es auténtico, se muestra tal cual es; no nos engaña ni juega con nosotros sino que se nos muestra a la claras y no se oculta. Muestra sus heridas en las manos y en los pies y su hambre.
¿ Tenéis algo de comer? ¿ Me invitáis a participar de vuestros esfuerzos y logros? ¿Me dejáis seguir participando de vuestra humanidad ahora que ya no estoy bajo los límites humanos? El nos abrirá la mente y el corazón para dejar espacio a tanta luz.