Vivimos inmersos en ella y se trata de colarnos un universo determinado en detrimento de otra realidad periférica que no pesa lo más mínimo en los grandes medios de comunicación y redes sociales al uso. Una ingeniería de comunicación que afecta a todos los ámbitos de la vida. O estás en los perriódicos, como decía un niño, o no existes, y por periódicos entiéndase, webs, Facebook, Twitter, y toda la gama alta de apartamentos informativos o desinformativos. Que siga la burbuja, la vanidad de un mundo que olvida a tantas personas de nuestro mundo que solo existen y por breves instantes si tienen algo que se vislumbra como negocio o se traduce en votos o descontar votos a otros o en mostrar lo que no es sino oropel corrupto. Larga vida a lo que se quiere que otros se enteren mientras la vida pasa por corrientes subterráneas que no afloran sino en los árboles en los que pueden anidar pájaros de tan diverso plumaje que no dejan de ser humanos por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario