Dime, oh Dios, por qué se ha desatado en Madrid y en el resto de España y naciones del mundo esta oleada de muertos; por qué la sabiduría de los mayores se marcha por el fregadero sin darse cuenta los jóvenes de lo que están perdiendo sin ellos, dime que no es una cuestión de pensiones, de falta de dinero. Te ruego, oh Dios , que te fijes en los desvelos de los médicos y celadores, las enfermeras y enfermeros para que ellos no enfermen y estén firmes y protegidos sus sueños. Fíjate Señor en los que les falta el aire y oxigena con tu presencia la soledad de los que mueren sin que nadie los acompañe y consuele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario