Los endocrinos suelen prescribir dietas hipocáloricas como forma segura para ir quitando de encima los quilos de más. Todo un equilibrio difícil y hasta cierto punto complejo. La alimentación que habitualmente se promociona choca literalmente con lo que sería saludable. Además te puedes encontrar en situaciones que pareces un antisocial al no participar de aquello que se considera como normal.
Menos plato y más zapato. Vete a Misa caminando, recorre la palabra de Dios, ejercítate en tener cada día un tiempo para saborear la Palabra, leyendo la Biblia. Perderás peso, tu ego adelgazará, te harás más ligero y Dios será el que lleve tu carga de quilos sobrantes, te sentirás bien, dichoso. Ponte en camino y no lleves nada para ese camino. Dios proveerá.
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