Por excelencia es Dios. No se trata de fundamentalismo, de recalcitrante postura o un mensaje trasnochado. Es una invitación, que sabiendo que no traspasará los estrechos límites de este blog, lo propongo y en los próximos días lo iremos concretando. ¿Verdad que nos interesa la salud y disfrutar de aquello que nos sirve para una vida más feliz y mejor? Una ración cotidiana de Dios nos hará bien, dichosos.
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