hueco de vida
donde resuena el eco
de la llamada divina.
Nido, refugio del feto,
corazón del ser,
tierra fecunda
donde germina
el llanto y la risa,
el paso decidido
y el sueño de alcanzar
la luna. Se desparrama el Espíritu
en los huesos y junturas
del que se forma sin saber como.
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