Tus manos en los oídos
destaponando los ruidos,
sorderas que ausentan,
recomponiendo
los huesecillos.
los huesecillos.
Y además destrabas
la lengua seca
con tu saliva,
una pizca de agua y sal.
Otorrino celestial
que rasgas el cielo,
rocío sobre la tierra
de belleza y bondad.
de belleza y bondad.
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