PALPITACIONES

sábado, 29 de noviembre de 2014

EL ESPÍRITU

Donde hay Espíritu del Señor, florece la libertad. El Espíritu es el vivificador, el que hace que se puede endulzar la amargura. El que deshace la marea del mal y hace germinar el jardín. No es la espada flamígera que defiende lo divino de lo humano sino la escalera  que hace fluir la vida divina en lo humano y  viceversa. El Espíritu nunca invade, siempre respeta. Es lo que nos hace humildes  y a la vea nos desentierra de nuestra indigencia. Nos eleva a las cumbres divinas y nos acerca a  lo más simple.

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