Para esta noche victoriosa de la que el Señor nos hace partícipes para que venzamos el egoísmo que nos aísla y endiosa, os propongo que leáis reposadamente, antes de ir a dormir y después de recorrer el día tratando de descubrir la presencia del Dios vivo, el capítulo 16 del Primer libro de Samuel. Buena lectura.
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