Este el nombre anunciado, desde lo alto, a María. Su nombre le identifica y diferencia al mismo tiempo. Es un nombre propio, uno entre tantos. Pero de Jesús, se dicen cosas poco comunes, distintas de lo habitual. Con todo el no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario...
Jesús aparecerá al final del evangelio, invocado por el malhechor sagaz que le pide que no se olvide de el cuando venga en su reino. Le invoca desde el mismo suplicio, en la hora de las tinieblas porque se oscureció el sol. Sin embargo para este ladrón salió el sol a media tarde.
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