PALPITACIONES

domingo, 6 de diciembre de 2015

TODOS

La misericordia de Dios es para todos, para que podamos hacer experiencia de ella. No es una falacia, una teoría, sino algo que podamos comprobar en nuestra propia vida. Es un misterio de fe, es decir, algo que nos sobrepasa pero que podamos dar cuenta de ella cuando estamos atentos a la desproporción entre los dones recibidos y nuestra propia valía. Es la muestra que todos podemos ver la salvación, la que toca nuestra fibra más interna y nos es regalada gratuitamente por Dios.

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