Honda felicidad es la que Dios me concede en este mes de julio en el que la intención de oración del Papa Francisco es para que los sacerdotes que viven con fatiga y soledad el trabajo pastoral se sientan confortados con la ayuda de la amistad con el Señor y con los hermanos. Y con los hermanos me lo ha hecho notar de una forma extraordinaria. Le doy gracias por tanto don recibido, detalles inmerecidos, paradójicos pero suyos.
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