Pon ante todos
tu mano atrofiada
esa parálisis,
la sequedad, tu falta de vida.
El te devuelve el vigor,
irriga de gracia tu herida.
Extiende, nada de brazo caído,
recupera tu fuerza.
Vuelve al trabajo, al esfuerzo.
En el principio estaba la luz,
la palabra que alienta,
lucha, conjuga
lucha, conjuga
descanso y trabajo.
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