Por la Decápolis
Jesús de la itinerancia,
de aquí para allá,
peregrino, sembrador de alegría .
Tus dedos
en una filigrana cirujana
destapan la sordera,
salivas en la lengua del tartamudo,
suspiras ábrete
y las aguas se dividen
y la tierra se vuelve vergel
bañada por la luz,
haciendo bello el desierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario