LA SANTIDAD

Es el adorno de la Casa del Señor. No es un elemento decorativo en la Iglesia sino lo constitutivo, lo primigenio, lo que atrae para enrolarse en esta aventura. La santidad de Dios Padre que su Hijo y el Espíritu desparraman en todo el mundo y que todos podemos acoger y desarrollar en la vida. Una propuesta comunitaria y  única para cada uno. Es un flechazo de amor que, desgraciadamente, casi siempre nos damos cuenta tarde. Tarde te ame hermosura nueva y antigua.

DESPIERTOS SIEMPRE

Esta no es una propuesta antinatural. Es una actitud espiritual. Dios que nunca duerme busca quien no duerma. Agudizar el corazón para captar las marcas de Dios en medio de nosotros, su paso silente pero cierto. Abrir nuestras ventanas y dejar que el aire fresco del Espíritu  renueve los espacios más oscuros y recónditos. Todo para que El sea, en verdad, el Dios vivo que venga a visitar nuestra viña, la cepa que El  plantó.

EMBOTAMIENTO

Cerrazón, atascamiento en uno, confusión mental, tristeza, falta de claridad, ofuscamiento en el mal camino, ausencia de lo divino.

Si Dios está presente, nuestra vida está hidratada, tersa, llena de dinamismo misericordioso, abierta a los problemas de los demás, deseosa de sembrar alegría y frescura espiritual.

CONTRA LA RESIGNACIÓN

Alumbra, Señor,  en nuestra vida caminos nuevos, un corazón inquieto y deseoso del descanso que solo en Ti se puede hallar. Rompe nuestra inercia, comodidad, mediocridad y haz posible el deseo del agua viva que brota de tu corazón abierto, Salvador del mundo.

PERSEVERANCIA

Nos hace falta  continuidad para el bien. Para que nuestros sentimientos sean los de Jesucristo, que venció el odio. La perseverancia es lo opuesto a la terquedad en el mal. Eso es perversidad. Cuando hablamos de perseverancia nos estamos refiriendo a la flexibilidad para corregirse y reemprender  de nuevo el camino. Es el no dejarse vencer por el desánimo ante las primeras de cambio y saber aguantar en silencio. Es originarse desde la soledad en Dios para vivir a la intemperie de su presencia, en medio del mundo.

AUTODESTRUCCIÓN

Nos degradamos cuando dejamos de controlar instintos, pasiones, que nos llevan a actuar de forma inhumana. Nuestra libertad tiene unos límites que empiezan en el otro, sea del género que sea. No podemos hacer lo que nos da la gana, como por ejemplo,  querer disponer de la vida de los demás. Homo homini lupus, decía T. Hobbes, y desgraciadamente no le está faltando razón. Lo vemos reflejado en la violencia machista y en tanto tipo de violencias contra el ser humano, aunque sea diminuto y sin voz.

LA REALEZA HUMANA

Se muestra en nuestra capacidad de relacionarnos, de respetarnos, de una convivencia  donde no queramos imponernos a los demás o donde no faltemos a las creencias de otros. Sacar de en medio a otros, mediante la fuerza o la ideología es indigno de nuestra valía humana. Estamos en el embrión de la evolución: de pasar del garrotazo material o ideológico al respeto del otro física y espiritualmente.

LO QUE EL OJO NO VE

Apuesto por lo inalcanzable, no por serlo, sino por la pasión que supone esa aventura, por el trayecto que lleva consigo. Me parece deprimente rendirse, así, sin más. Pienso que el esto no tiene solución es renunciar a la vida en si misma, a Dios fuente y origen de permanencia de la luz y del bien. Soy creyente en Cristo Jesús, en cuyo rostro se hace visible la mirada de Dios y se nos muestra la belleza de lo humano sin la escoria del mal. Creo,Señor, pero aumenta mi  fe; aumenta el camino a recorrer y que, sin duda, me lleva a Ti, Divina Majestad,  y a los pobres.

PRESENTACIÓN DE MARÍA

Creo que hizo ayer un año de la puesta en marcha de esta hoja voladora. Una hoja que gira por los espacios digitales de una forma sencilla en una selva mediática, digna de valorar por la importancia de la comunicación humana y también difícil de entender por lo complejo que es todo lo humano. Me agarro hoy a la mano de María, como ya hiciera hace un año, convencido que estar a su lado o querer estar cerca de ella es una garantía de libertad y valentía. 

ZARPAZOS DEL MALIGNO

Los atentados premeditados de París son la muestra palpable como el mal, cuando tiene cabida en el corazón humano,  convierte a los que planean y  los ejecutores de atentados  en malignos y causantes de  un estrago humano contrario a Dios, que quiere que todos vivamos y nos respetemos. El modus operandi es siempre muy similar: acción rápida y calculada llevándose por delante todas las vidas que se pueda y autodestrucción. Después el silencio, la luz, la palabra de condena y repulsa, la reunión y las muestras de solidaridad, la indignación general. Sigue un paréntesis donde parece que todo vuelve a la normalidad, mientras los que planean la forma de seguir causando horror contra el género humano, ya están confabulados en otra indignidad nacida del maligno. 

LÁGRIMAS SOBRE PARÍS

¡Cuántas lágrimas! Son la expresión de un dolor de toda la humanidad humana porque la que se goza con el dolor ajeno ha perdido las entrañas y la dignidad. Y  apelar a algún dios para justificar lo injustificable, es manchar  todo lo que tiene que ver con lo sagrado. La verdadera religiosidad comienza con el respeto de la vida humana.

DE HORIZONTE A HORIZONTE

Así es el resplandor del bien, para aquel que tenga ojos para ver. Un reguero de luz que resplandece en la oscuridad y te muestra el camino para que no tropieces en la noche. Quejarse de la oscuridad es no valorar el destello de Dios en la historia de la humanidad y de cada uno de los hombres y mujeres de este planeta, al que le cuesta tanto evolucionar. Evolucionar desde el propio ombligo a la Trinidad inconmensurable.

APASIONARSE

Apasionémonos con Jesucristo y su Iglesia. Una pasión,  fruto del amor  recibido de Dios,  que no es ciega sino lúcida. Es  la apuesta de la propia vida por la causa del Evangelio sabiendo que ni nuestro pecado ni los defectos e imperfecciones de la Iglesia  son nada en comparación con la  mirada de Jesucristo que llama y nos invita a seguir este camino apasionante.

GAZOFILACIO

Una moneda, 

solo una,

toda su riqueza.

Una mano abierta,

todo cuanto tiene

entregado en el templo.

HIJOS DE LA LUZ

Ser hijos de la luz no es ser tontos. Supone bondad, evidentemente, pero esta no está reñida con la astucia. Es "vender"  reino de Dios por doquier. Aprovechar todas las oportunidades para ir colando a Dios por las rendijas que las personas dejan desguarnecidas. Todo para que el reino de Dios avance y se haga presente. Esto lleva consigo no hacerse repugnante. Es la vida misma en acción en la que Dios está vivo y coleando.

COMER EN EL REINO DE DIOS

Es la invitación mayor de nuestra vida. Estar invitados a la comida en el Reino de Dios. Es ser comensales en la mesa divina. Entrar en la intimidad de Dios, Santidad participada. Fiesta, música, danzar con Dios, con las tres personas divinas y sentir la plenitud. Pero esto no es solo para el más allá sino también para el más acá. Comienza con la mirada limpia con todos los que te encuentres. Empecemos ya. 

FIELES

Lo valioso es la fidelidad. Fidelidad a Dios, a su amor que vivifica hasta el punto de vencer la muerte, las muertes. Conmemoramos a los fieles difuntos pero queremos poner el acento en su fidelidad, en el reconocimiento de Dios que impide que la muerte puede triunfar. La inmortalidad está en la fidelidad a Dios y esta adhesión es la causa de la vida eterna.

INTENCIONES DE LA RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA PARA NOVIEMBRE

UNIVERSAL:

Para que nos abramos al encuentro personal y al diálogo con todos, también con quienes piensan distinto de nosotros.

EVANGELIZACIÓN:

Para que los pastores de la Iglesia, con profundo amor por su rebaño, acompañen su camino y animen su esperanza.