Apuesto por lo inalcanzable, no por serlo, sino por la pasión que supone esa aventura, por el trayecto que lleva consigo. Me parece deprimente rendirse, así, sin más. Pienso que el esto no tiene solución es renunciar a la vida en si misma, a Dios fuente y origen de permanencia de la luz y del bien. Soy creyente en Cristo Jesús, en cuyo rostro se hace visible la mirada de Dios y se nos muestra la belleza de lo humano sin la escoria del mal. Creo,Señor, pero aumenta mi fe; aumenta el camino a recorrer y que, sin duda, me lleva a Ti, Divina Majestad, y a los pobres.
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