no dispongo de medios,
a pesar de esto no llego a pobre,
sigo siendo rico, vivo cómodo
y tu estás en la calle,
aparcas en la acera
y nadie te ve la cara.
Por eso te pido, dame la mano,
dime tu nombre,
ponte en pie
y recobremos juntos
la dignidad del barro,
el aliento primero
en el que fuimos hechos.
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