ESPABILEMOS
Si, espabilemos. Ya es hora despertar del sueño. Dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Revistámonos de la alegría del evangelio y de la misericordia entrañable de nuestro Dios. El ama a todos y nos ama a cada uno como somos. Así, sin más, sin ninguna contrapartida. Nos quiere y su amor gratuito nos transforma.
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