Con esta palabra griega damos rostro al proceso pascual del nacer de nuevo. Un proceso espiritual que afecta a toda la persona. Un cambio que proviene del Espíritu y si nos dejamos guiar por El, nos lleva a abandonar toda oscuridad y caminar en la luz. Nacer de nuevo es una oportunidad constante en nuestra vida. Es abrirse a Dios y en disponibilidad a sus inspiraciones, renovarse. Ser de El para vivir con un corazón nuevo.
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