Se podría pensar que es una cuestión de años. Es la entrega, lo entregado. Eso nos rejuvenece. Y María es una mujer joven, por su alegría y por saber compartirla. Ella es positiva. Una mujer espiritual, abierta al susurro de Dios y dispuesta a ponerse el chandal para hacer running y encontrarse con los que la necesitan. Una mujer que se cuida y cuida su relación con Dios y cuida de los que la rodean. No da la espalda a la realidad sino que tiene los ojos abiertos, llenos de hermosura por estar pendientes de los necesitados.
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