María es colaboradora en la tarea de agregación de nuevos miembros a la Iglesia. Con su amor maternal, ella ayuda en la incorporación de creyentes al Pueblo de Dios. Ella dulcifica los fallos de los que vivían lejos de Cristo y los acerca a Él. Estos, animados por un mismo Espíritu, quedan constituidos en una familia donde María coopera a la unidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario