Descansa en Dios alma mía. Y, sin embargo, muchas veces, Dios parece que nos agobia. Nos desentendemos de El porque así pensamos que somos más libres. Y no es así. Solo Dios nos pacifica y nos hace saborear la vida en plenitud. Dios no nos quita nada de lo nuestro. Al contrario lo nuestro con Dios es más de todos y nosotros más felices.
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