PALPITACIONES

martes, 14 de julio de 2015

CUANDO EL CORAZÓN LE DI

Aquí radica la libertad de uno mismo, en darse a Dios, en entregarse a Él. Esto que a simple vista podría parecer un renunciar a la propia autonomía, un expropiarse, es la verdadera vía para la auténtica libertad de uno mismo. Perderse en Dios para ganar la vida, para recibirla y ofrecerla  al que nos la dio. Por eso cuando le damos el corazón nos ponemos en disponibilidad apostólica y somos capaces de salir de nosotros mismos y recorrer en pobreza los caminos de esta madre y hermana tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario