DIOS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO.

Parece mentira que alguien en la Iglesia pueda ser tan miope que critique al papa por pensar que en la última encíclica "anda por las ramas". Al decir ramas me refiero a que su preocupación medioambiental sería poco teológica o doctrinal. Se trataría de enmendar la plana a Francisco pensando que ocuparse de esas temáticas, de forma nuclear, es ocuparse de cosas menos espirituales. Sin embargo el clima, el cambio climático, la tierra con su belleza y la porquería que esparcimos, el mar, las estrellas, los animales y en definitiva el hombre y la mujer o los tratamos desde la referencia divina o los tratamos como sociólogos o biólogos, con todos los respetos para todos ellos. El hombre, la tierra, el mar, el clima  tienen que ver con quien es Dios.  Y el Papa los aborda desde la fe como una clave necesaria para el mundo de hoy.