El Sagrado Corazón de Jesús no es una parte del cuerpo humano de Jesús de Nazaret, una reliquia. Jesús ha nacido, vivido, muerto y resucitado. Algunos han discutido tanto su existencia que ya no cabía ni hablar de resurrección o a lo sumo hablar de modo figurado sobre su resurrección. Cuando nos referimos al Sagrado Corazón de Jesús nos estamos refiriendo al Cristo vivo y actual, a su amor redentor que como amor no es algo pasado. Es de hoy, de ahora mismo. El Sagrado Corazón de Jesús no es una escultura más o menos lograda, una imagen amanerada y anacrónica. Es la representación de la entrega de Jesucristo que no se apaga sino que se ofrece continuamente para un mundo más justo y solidario para con Dios y la humanidad; humanidad herida y afrentada. Dios ansiado y desplazado al mismo tiempo.
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