PALPITACIONES

jueves, 12 de marzo de 2015

EL DEDO DE DIOS


A algunos nos cuesta mover un dedo para ayudar a llevar las cargas de los demás. Les damos ánimo, eso sí, pero no nos ponemos el traje de faena y tratar de aliviar, así,  el peso que otros cargan sobres sus hombros. Jesús nos dice que si el expulsa los demonios por el dedo de Dios, entonces el Reino de Dios se hace presente en medio de nosotros. Dios no se desentiende de las asechanzas que tenemos que soportar. El está cerca. Y Jesús actúa por indicación de su Padre en favor de los hijos que pasan por la prueba. Ante la maraña del mal su presencia es garantía de victoria.

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